Fue Juan Andrés quien me colocó como teclista, luego fue Andrés quien me convenció de que soportara la cadena. Un año después Álvaro me llevó al lugar donde se inscribió para mejorar su empleo, lo que logré yo con la ayuda de Javier que fue quien me echó la documentación el último día.
Por Martín Giménez Vecina. Quizá sea una de las cuestiones de nuestro tiempo: la gramática. El estudio de la misma siempre fue un punto crítico, trascendental, respecto a la ortodoxia del lenguaje, un elemento de enseñanza y posterior conocimiento, que era importantísimo a la hora de un sinfín de cuestiones para situarse en los más variados empleos. Y dentro de la misma, el vocabulario. Ese precioso cofre donde se guarda la inmensa riqueza y fortuna del lenguaje. Siempre que he leído, he tenido junto a mí un buen diccionario de la Lengua Española. Y si alguna vez, por circunstancias imprevisibles no lo he tenido, todo aquel vocablo que no lo conocía en profundidad lo anotaba para posterior investigación del mismo y comprensión. Obvio es decir que, esos vocablos que pertenecen a la etnia de nuestras regiones, de nuestros pueblos, de nuestra ancestral cultura, han constituido siempre plato apetecido. Y con el permiso de vosotros, quiero ir analizando, -de vez en cuando-, esa “pal...
Comentarios
Publicar un comentario