- Ya estás ahí -
A Blas, mi amigo, que se fue sin decir ¡adiós!.
Ya estás ahí.
En el vado infinito
y en el prado eterno,
como la flor de exultancia
y canción del aire.
Ya estás ahí.
Donde tanto comentamos
en los minutos quedos,
cuando el sol alumbraba
y la palabra salía.
Ya estás ahí.
En el silencio del eco
y en la secuencia clara,
en el árbol frondoso
de la libertad libertada.
Ya estás ahí.
En el alba del hecho
y en el fuego del alma,
en el aire quebrado
del poema incólume.
Ya estás ahí.
Viajando en la paz
y paciente sin viajes,
con la luz infinita
y el clamor de las estrellas.
Ya estás ahí.
¡Espérame amigo!
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Martín Giménez Vecina
06.05.1995
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