Escritores de Castilla - La Mancha, Albacete. España

Escuchas sin querer la mesa de al lado y oyes que la memoria de otros es la programación antigua de la televisión.

 Hoy he escuchado Gog de G. Papini y he recordado, reminiscencia de mis doce o trece años, algunos de los capitulos que me entusiasmaron entonces y me siguen gustando ahora.

 Estar sin fuerza, sin intentar consolarse con el tiempo pasado, he aquí al sujeto consciente.

 A veces por sus actos se despiden de ti y no lo saben.

 Intentando molestar lo menos posible.

 Creía que Javier había desaparecido pero no, Cipriano al que me he encontrado esta mañana me asegura que esta vivo y leyendo.  Es el mismo Javier que me echó la instancia de la universidad.                               E

 Recorrer tres metros alrededor de una cama de hospital sin jadear, un triunfo.

 He ido y vuelto del hospital que no es poco volver aunque sea en coche.

Hasta el final con ilusiones.

 Fue Juan Andrés quien me colocó como teclista, luego fue Andrés quien me convenció de que soportara la cadena. Un año después Álvaro me llevó al lugar donde se inscribió para mejorar su empleo, lo que logré yo con la ayuda de Javier que fue quien me echó la documentación el último día.

Le he copiado el titulo a Cortazar, aquel que murió en Francia, se trata de lo mismo, despedirme sin molestar y con frases cortas. Por cierto, caigo aquí por casualidad.

 Habiendo vivido en una ratonera o en un nudo de víboras dependiendo de la estación confieso que debía haberme marchado.

 "Todos los hombres nos quedamos solos" La frase sale de una novela negra cuyo autor me hes desconocido, pero su exactitud merece su repetición.

 Suelto en la red mundial pero sin lector conocido puedo escribir lo que quiera para un archivo que en parte es mío.

 La fábula del cocodrilo es una especie de novela ultracorta a la que le agregué algunos cuentos cortos, mas un texto sobre la figura del escritor en provincias.